Nada volverá a ser como antes. Esa es la singularidad.
La idea, a grandes rasgos, no es complicada: lo complejo es
saber cómo y cuándo se llega a ella.
La BBC aprovechó una conferencia en la sede de Google en San
Francisco en la que se reunieron decenas de expertos en inteligencia artificial
(IA).
Y en ese círculo, la idea de la singularidad definitivamente
entusiasma.
Tiene fecha.
Jürgen Schmidhuber trabaja en el laboratorio de IA suizo
Idsia, haciendo máquinas que pueden aprender solas, reconocer patrones y
solucionar problemas.
¿Cree él en la singularidad?
"Cuando yo era niño en el milenio anterior, noté un
patrón en los libros de historia, que va así:
~ Hace 40.000 años, los humanos modernos salieron de África
a colonizar el planeta.
~ Hace 20.000 años, se inventaron el arco y la flecha: la
revolución de la cacería.
~ Hace 10.000 años fue la invención de la agricultura, los
primeros asentamientos, el principio de la civilización, la colonización de
América.
~ Hace 5.000 años, las primeras civilizaciones sofisticadas
-Egipto y Sumeria- y el invento más importante de la historia escrita: la
escritura.
~ Hace 2.500 años, fue la Era Axial: los antiguos griegos
inventa la democracia y fundan el arte, la ciencia y la filosofía occidental;
el Imperio persa es el único en la historia en comprender casi el 50 % de la
humanidad; China crea las primeras herramientas de cálculo; en India se origina
el cero.
Pasando por el Renacimiento y la Revolución Industrial, la
historia parece converger en intervalos temporales, cada uno la mitad del
previo.
Así se llega al año 2000, con la red global y las
computadoras personales propulsando otra revolución industrial.
El siguiente punto es Omega, lo que algunos llaman
'singularidad', que es el punto en el que todo converge.
Será en el año 2030, cuando algo nuevo, radical e increíble
podría ocurrir".
Ya está aquí. Por su parte, George Dyson, historiador científico y autor
de la obra seminal "Darwin entre las máquinas", cree que no hay que
esperar tanto pues el momento de la singularidad ya llegó.
"¡La ironía es extrema! He aquí un grupo de expertos
reunidos hablando de la singularidad, lo que -desde mi punto de vista- es
evidencia de que ya tuvo lugar".
"Para mí, paradójicamente, el hecho de que no tengamos
pruebas es evidencia de ello, pues la verdadera IA es suficientemente astuta
como para no revelar que existe".
Según Dyson, "Google es responsable por mucho de
eso".
Eso suena exagerado, hasta que uno recuerda que el hombre al
que se le atribuye la definición de la singularidad es el director de
ingenieros de Google, Ray Kurzweil.
El futurista. Kurzweil es un inventor, autor, futurista. Además es
particularmente relevante en cualquier discusión sobre la singularidad.
"Yo veo el futuro como una explosión de conocimiento
humano", le dice a la BBC. "Habrá una explosión de música, arte,
cultura, ciencia, ingeniería...".
Escribió el libro "La singularidad está cerca", y
lo que lo hace aún más interesante es que no sólo es un teórico, sino que como
director de ingeniería en Google, lidera equipos que están ayudando a hacer que
la singularidad sea una realidad.
"Estoy trabajando en que las computadoras entiendan el
lenguaje natural". El lenguaje encarna toda la inteligencia humana y no hay
manera de falsificar el nivel humano de comprensión del lenguaje: se necesita
un nivel de inteligencia humana para hacerlo.
Si podemos dominar el lenguaje humano, podemos dominar la
inteligencia.
He dicho consistentemente que para 2029 las computadoras van
a estar a la par con la inteligencia humana, lo suficiente para pasar el
llamado 'Turing test', lo que significa que serán indistinguibles en su dominio
del lenguaje natural y otros tipos de inteligencia.
Ya de por sí pueden hacer muchas de las cosas que hacen los
humanos, en algunos casos mucho mejor.
Lo que ocurrirá luego es que nos fusionaremos con esas
computadoras y al final entrarán en nuestros cuerpos y nuestros cerebros, nos
harán más sanos, más inteligentes.
Cuando lleguemos a 2045, multiplicaremos nuestra capacidad
intelectual por mil millones, según mis cálculos, lo que es un cambio profundo
y singular por lo que nos referimos a él como 'singularidad'".
¿Cómo sabe?
2029... 2045... ¿cómo se llega a esas fechas?
"Es una función exponencial asombrosamente pareja,
cuando uno traza el progreso".
La primera tecnología que inventamos, la palabra hablada
tomó cientos de miles de años; la palabra escrita sólo tardó decenas de miles
de años; la palabra impresa, cientos de años. Ahora tendremos cambios en pocos
años.
La experiencia indica que el progreso no se detiene, más
bien se acelera, por eso los expertos predicen la singularidad.
"Hay una aceleración debida a este progreso
exponencial".
Lo que Kurzweil sugiere es que pensemos en cómo ha
evolucionado la tecnología en los últimos 100 años y lo proyectemos al futuro:
la evolución continúa y se acelera, así que hay que estar listo para lo que se
viene.
"Piense en nuestra inteligencia emocional, que es
realmente la más avanzada -el humor, el afecto, el amor-: esas son las cosas
más complicadas de todo lo que hacemos.
Estamos estudiándola y aún no hemos llegado a eso pero
cuando yo digo que una computadora llegará a ser indistinguible en términos de
inteligencia y que luego se fusionará con nosotros, para hacernos más capaces,
estoy hablando de ese tipo de cualidades.
Vamos a añadirle inteligencia no biológica a nuestro
cerebro, así que seremos un híbrido de pensamiento biológico y no biológico.
Eventualmente, dentro de varias décadas, la parte no biológica será lo
suficientemente lista como para modelar la parte biológica.
"Ese es el escenario que yo imagino". A veces pensamos que dada la increíble complejidad del
cerebro humano, la teoría de la singularidad se quedará en eso.
Pero lo que varios expertos afirman es que la cuestión no es
si la singularidad llegará sino cuándo.
La experiencia muestra una incesante marcha en la evolución
del conocimiento que no da razón ni señal de detenerse. Más bien, constantemente se acelera. De manera que ¡a prepararse!